Desde la perspectiva de un neurotecnólogo, los modelos de lenguaje de gran escala (LLMs) como GPT-3 y GPT-4 de OpenAI presentan una analogía fascinante con la neurobiología cognitiva del cerebro humano. Al igual que nuestro cerebro, estos LLMs procesan y generan lenguaje utilizando mecanismos que son sorprendentemente similares a las estructuras y funciones neurológicas que sostienen nuestras propias habilidades lingüísticas.

Los LLMs, como GPT-3 y GPT-4, utilizan arquitecturas de red neuronal profunda, específicamente las llamadas redes neuronales de transformadores, para analizar y predecir secuencias de texto. Al igual que las redes de neuronas en el cerebro humano, estas redes neuronales artificiales son capaces de establecer relaciones entre diferentes elementos de una secuencia, lo que les permite generar respuestas coherentes y contextuales.

Además, tanto los LLMs como el cerebro humano utilizan lo que podríamos llamar un enfoque &https://theblackboxlab.com/wp-content/cache/background-css/theblackboxlab.com/?wpr_t=17141103878220;predictivo&https://theblackboxlab.com/wp-content/cache/background-css/theblackboxlab.com/?wpr_t=17141103878221; para procesar el lenguaje. En el caso de los LLMs, se les entrena para predecir la siguiente palabra en una secuencia de texto basándose en el contexto proporcionado por las palabras anteriores. De manera similar, estudios de neuroimagen funcional han sugerido que nuestro cerebro también hace predicciones constantes sobre la información entrante, utilizando nuestras experiencias y conocimientos previos para formar expectativas sobre lo que vendrá a continuación.

Además, la forma en que tanto los LLMs como nuestro cerebro manejan el lenguaje es notablemente similar. Ambos sistemas adquieren habilidades lingüísticas a través de la exposición a grandes volúmenes de lenguaje en uso, y ambos utilizan esta experiencia para formar modelos probabilísticos internos de cómo las palabras y frases tienden a ocurrir juntas. Este enfoque basado en la experiencia y en los datos es lo que permite tanto a los LLMs como a nuestro cerebro generar respuestas coherentes y adecuadas al contexto.

Sin embargo, hay diferencias significativas. Mientras que los LLMs son meras herramientas de procesamiento de lenguaje, el cerebro humano es una entidad consciente que experimenta y comprende el mundo a su alrededor. A diferencia de los LLMs, nuestro cerebro no sólo procesa la información, sino que también genera emociones, pensamientos y experiencias subjetivas.

En conclusión, la neurotecnología ofrece una lente única a través de la cual podemos apreciar las similitudes y diferencias entre los modelos de lenguaje de gran escala y la neurobiología cognitiva del cerebro humano. A medida que continuamos avanzando en nuestra comprensión de ambos, estamos seguros de obtener nuevas ideas que nos permitirán desarrollar tecnologías más sofisticadas y efectivas, y a la vez desentrañar más secretos sobre la maravillosa complejidad de nuestro propio cerebro.


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