La tecnología ha avanzado a un ritmo vertiginoso y con ella, han surgido nuevas formas de crear, compartir y manipular contenido digital. Un ejemplo particularmente notable de esto es el desarrollo de los deepfakes, que están remodelando la forma en que entendemos la realidad y la veracidad de los contenidos audiovisuales. En este post, nos adentramos en la tecnología de los deepfakes, sus tipos y usos en la actualidad.

¿Qué son los Deepfakes?

Los deepfakes son contenido multimedia, normalmente vídeo, manipulado de manera realista mediante Inteligencia Artificial (IA). La palabra “deepfake” combina “deep learning” (aprendizaje profundo, una rama de la IA) y “fake” (falso). Las redes neuronales artificiales se entrenan con imágenes y vídeos reales para aprender a imitar la apariencia y los movimientos de una persona y luego crear contenidos donde dicha persona aparece diciendo o haciendo cosas que nunca hizo.

Tipos de Deepfakes

Los deepfakes se pueden clasificar en varios tipos, dependiendo de cómo y con qué propósito se utilicen. Algunos de los más comunes son:

  1. Deepfakes de Rostro: Este tipo es quizás el más conocido, donde se reemplaza el rostro de una persona en un video por el rostro de otra. Esto se puede utilizar para hacer que parezca que alguien famoso aparece en un video o que una persona realice acciones que nunca hizo.
  2. Deepfakes de Voz: En lugar de manipular el video, estos deepfakes modifican el audio para hacer que suene como si una persona en particular estuviera hablando.
  3. Deepfakes de Texto: Estos utilizan modelos de lenguaje avanzados para generar texto que suena como si fuera escrito por una persona en particular.

Usos de los Deepfakes

Aunque a menudo se habla de los deepfakes en términos negativos, debido a su potencial para la desinformación y la manipulación, también tienen aplicaciones legítimas y potencialmente útiles. Algunos de los usos actuales y futuros de los deepfakes incluyen:

  1. Entretenimiento: Los deepfakes se utilizan en la industria del entretenimiento para mejorar la calidad de los efectos visuales, doblar actores en diferentes idiomas o incluso recrear a actores fallecidos.
  2. Educación y Formación: Los deepfakes pueden utilizarse para crear escenarios de formación realistas en campos como la medicina o el entrenamiento de emergencia.
  3. Herencia Digital: En el futuro, los deepfakes podrían usarse para permitir a las personas grabar mensajes para sus seres queridos que podrían verse y escucharse mucho después de su fallecimiento.
  4. Comunicaciones Personales: Las tecnologías de deepfake podrían permitir nuevas formas de comunicación, como videoconferencias en las que las personas pueden cambiar su apariencia o idioma.

El funcionamiento de los Deepfakes

Para comprender cómo se crean los deepfakes, debemos adentrarnos en la mecánica de las Redes Generativas Antagónicas o GANs (Generative Adversarial Networks). Las GANs consisten en dos componentes clave: el generador y el discriminador.

El Generador

El generador tiene la tarea de crear imágenes falsas que parezcan reales. Por ejemplo, en el caso de un deepfake de rostro, el generador podría recibir una serie de fotos de la persona que se quiere imitar y luego tratar de generar una imagen que se parezca a una foto de esta persona.

El Discriminador

Por otro lado, el discriminador se entrena para distinguir entre imágenes reales y falsas. Su trabajo es mirar una imagen, ya sea una foto real o una generada por el generador, y determinar si es auténtica o falsa.

Estas dos redes se entrenan juntas en un juego competitivo. El generador intenta crear las imágenes más realistas posibles para engañar al discriminador, y el discriminador intenta mejorar en distinguir entre imágenes reales y falsas. A medida que se entrenan, ambas redes mejoran en sus respectivas tareas.

El Proceso de Creación de un Deepfake

A grandes rasgos, el proceso de creación de un deepfake es el siguiente:

  1. Recopilación de Datos: El primer paso para crear un deepfake es recopilar un conjunto de imágenes o vídeos de la persona que se quiere imitar. Este conjunto de datos se utiliza para entrenar la red generativa.
  2. Preprocesamiento: Los datos se procesan para normalizarlos y prepararlos para el entrenamiento. Este paso puede incluir tareas como recortar las imágenes para centrarse en el rostro, normalizar el color y la iluminación, etc.
  3. Entrenamiento de la Red: Una vez que se ha recopilado y procesado el conjunto de datos, se utiliza para entrenar la GAN. Durante el entrenamiento, el generador intenta producir imágenes que el discriminador no pueda distinguir de las imágenes reales.
  4. Generación del Deepfake: Una vez que la red ha sido entrenada, se puede utilizar para generar deepfakes. El generador puede tomar una imagen o vídeo de una persona y transformarla en una imagen o vídeo de la persona que se ha imitado durante el entrenamiento.

 

Aunque los deepfakes presentan desafíos significativos en términos de verificación de la realidad y la prevención de la desinformación, también ofrecen nuevas y emocionantes oportunidades. Como siempre, la clave será encontrar el equilibrio adecuado entre aprovechar su potencial y gestionar sus riesgos.

Mientras exploramos el futuro de la IA y la tecnología de deepfakes, es fundamental que sigamos desarrollando herramientas y políticas que nos permitan mantenernos un paso por delante de los malos actores, al tiempo que aprovechamos al máximo las oportunidades que estas tecnologías nos ofrecen. #Deepfakes #AI #MachineLearning #DeepLearning #EthicsInAI


The Black Box Lab

Agencia de desarrollo de negocio, especializada en nuevas tecnologías. Sus pilares son la cercanía, sencillez y transparencia. Dispone de los mejores profesionales para hacer realidad tus ideas. Apasionados de las nuevas tecnologías.

All author posts

Privacy Preference Center