La tecnología ha impactado el mercado laboral de muchas maneras. En primer lugar, ha cambiado la forma en que las empresas buscan y contratan a nuevos empleados. En lugar de depender de los servicios de reclutamiento tradicionales, muchas empresas ahora usan herramientas tecnológicas para buscar y seleccionar candidatos. Esto ha dado lugar a una mayor competencia por los puestos de trabajo, ya que los candidatos ahora tienen que hacerse notar entre un grupo mucho más grande de solicitantes.

En segundo lugar, la tecnología ha cambiado la forma en que las personas trabajan. Ahora hay muchas más personas que trabajan por cuenta propia o en remoto, lo que ha cambiado la dinámica del mercado laboral. Esto también ha dado lugar a una mayor competencia, ya que las personas que buscan trabajo tienen que competir con un número mucho mayor de candidatos.

En tercer lugar, la tecnología ha cambiado la forma en que se evalúa el rendimiento laboral. Las empresas ahora pueden usar herramientas tecnológicas para medir el rendimiento de los empleados de forma más precisa y efectiva. Esto ha dado lugar a una mayor expectativa de rendimiento, ya que las empresas esperan que sus empleados sean más productivos y eficientes.

Y si entramos en tecnología avanzada, como la Inteligencia Artificial, estamos en un campo minado. Según The Economist, en 2030 el 35% de los trabajos en Estados Unidos requerirán habilidades que hoy en día solo posee el 5% de la población activa. Los expertos en el campo de la inteligencia artificial afirman que el impacto económico de la inteligencia artificial superará al de la revolución industrial. Según The Guardian, el número de empleos perdidos por la inteligencia artificial superará el número de empleos creados, y se espera que el desempleo structural aumente en un 50%.

En resumen, la tecnología está cambiando el mercado laboral de muchas maneras. Está cambiando la forma en que se buscan y contratan empleados, la forma en que se evalúa el rendimiento laboral y está creando nuevos empleos. Sin embargo, también está eliminando muchos empleos tradicionales, lo que podría tener un impacto negativo en el mercado laboral.